Jaque, Argentina
Euforia, alegría, emoción. Son algunos de los sentimientos que se vivieron en la previa del partido de la Selección Argentina ante Perú, en una Bombonera repleta. La gente quería ver que su equipo diera la cara, que no tuviera miedo y que gane “como sea” este partido que se vivía “como una final”, según varios hinchas. Se hizo notar el aliento de la gente, que estaba loca por que su selección ganara pero también, aparecieron los hinchas de Boca que no querían quedar afuera de la fiesta, cantando canciones de los xeneizes y coreando “Pipa, Pipa” cada vez que podía. Por otra parte, la 12 le preparó una bienvenida muy emotiva a Lionel Messi que jugaba por primera vez en la Bombonera de manera oficial, poniéndole una bandera que decía: “Messi el más grande del mundo. Bienvenido a la Bombonera” para tratarlo de hacerlo sentir como en su casa.

Frustración de Messi y compania tras el empate ante Perú, en la Bombonera
Fue un partido en el cual Argentina sobresalió en muchos aspectos. No sufrió en la defensa porque Perú prácticamente no ataco (salvo el tiro libre de Paolo Guerrero al final del partido) y funcionó muy bien en ataque ya que generó varias situaciones de gol. Pero fallo en lo más importante: meter la pelota en el arco. La albiceleste pagó caro su ineficacia en el arco peruano pero también hay que destacar el trabajo del arquero Pedro Gallese, que tuvo una tarde espectacular. Se pudo ver que Banega y Biglia no funcionaban bien en la creación de juego y por eso, Sampaoli decidió poner a Fernando Gago para mejorar esa situación. Pero la mala suerte le jugo una mala pasada al jugador de Boca: se lesionó 5 minutos después de haber entrado (rotura ligamentos cruzados) y tuvo que dejarle su lugar a Enzo Pérez, que no ingreso bien. Otro déficit que tuvo el seleccionado esa tarde: la creación.
La hinchada se volvía loca cada vez que Messi agarraba la pelota y gambeteaba a tres jugadores. Eso los hacía emocionarse e ilusionarse con que saque una jugada de la galera para que su equipo ganara el partido de manera agónica. Pero esa jugada nunca llegó. Terminó el partido. Y la gente seguía esperando una jugada salvadora que nos aliviara de tanto sufrimiento pero ya era tarde. Argentina terminó empatando con Perú 0-0 y dejó al equipo argentino al borde del abismo aunque todavía haya una luz de esperanza de entrar, por lo menos, en repechaje. Los argentinos nacimos para sufrir pero por suerte queda solo una fecha más de tanta agonía, que decidirá el destino de la selección.